jueves, 23 de agosto de 2018

Flores y plantas de luz solar

Flores y plantas de luz solar



Las plantas de luz solar requieren mayor cantidad de luz para sobrevivir, ya que su forma y características se han adaptado mejor a estas condiciones. Descubre las principales variedades de flores y plantas que resisten estoicamente la exposición al sol.

Las plantas utilizan la luz solar para llevar a cabo la fotosíntesis, un proceso biológico por el que capturan la energía del sol para fabricar su propio alimento y liberar oxígeno a partir del dióxido de carbono y el agua. O, dicho de otro modo, las plantas necesitan la luz para vivir.

Por norma general, aquellas que son muy grandes (de más de seis metros) son plantas de luz solar, mientras que las pequeñas se desarrollan bien en sombra o semisombra. Pero además, las que producen flores, las de hoja variegada (con diferentes coloraciones en la hoja) y las hortícolas deben estar bajo una exposición soleada.

Además, las condiciones del hábitat y del clima han propiciado que cada especie hay evolucionado de una determinada manera hasta adaptarse lo máximo posible al lugar que le ha tocado vivir. Por eso, las plantas de luz solar son las que tienen las hojas más pequeñas, mientras que las de sombra presentan hojas grandes y de un color verde más intenso que las de sol. De esta manera, consiguen aprovechar al máximo la poca luz que les llega.

Plantas de luz solar: la importancia del sol en su crecimiento

Como decimos, las plantas utilizan la luz solar para elaborar la energía que necesitan, máxime cuando se trata de plantas y flores que requieren más luz, ya que su fisonomía no está preparada para sobrevivir en zonas oscuras. La falta de luz en estos casos suele traducirse en un menor desarrollo:
  • No crecen o lo hacen lentamente.

  • Crecen inclinadas por su búsqueda del sol.

  • Los tallos se vuelven más finos.

  • La distancia entre los nudos se alarga (ahilamiento).

  • Las hojas adquieren una coloración amarillenta.

  • No tienen capullos florales, y si los tienen, se caen o no se abren. En consecuencia, no fructifican.

Además, puede llegar a provocar problemas de virosis o favorecer el desarrollo de determinadas plagas.

Variedades de plantas de luz solar

Si tu jardín o balcón recibe luz intensa a lo largo de todo el día, te interesa recurrir a las plantas de exterior resistentes al sol. A continuación, te contamos cuáles son las plantas de luz solar que aguantan mejor estas condiciones. Eso sí, no olvides que tendrás que atender sus demandas de riego y estar atento ante posibles señales de deshidratación.

  • Suculentas o crasas
Primer plano de una suculenta
Son plantas con las hojas carnosas, como la siempreviva, el aloe vera, o el agave, entre otras muchas. Su rasgo en común –además de su singular aspecto- es que cuentan con una zona de almacenaje de agua en sus hojas, con lo que pueden autoabastecerse en caso de que tengan que enfrentarse a largos periodos de sequía. Son muy duras y pueden sobrevivir en las condiciones más extremas, resisten la exposición directa del sol y los terrenos sin apenas nutrientes.

Riégalas muy de tarde en tarde y vigila que el sustrato nunca esté excesivamente húmedo, ya que podría propiciar la aparición de hongos.

  • Aromáticas
Flores de tomillo
Las plantas aromáticas son conocidas también por su necesidad de luz solar, por lo que conviene plantarlas en zonas de exterior soleadas. También pueden ser de interior, pero lo recomendable es tenerlas cerca de ventanas para que reciban la luz que imprescindible para crecer y sobrevivir. Hay muchas variedades, las más habituales son la lavanda, el tomillo, el romero o la salvia.

No te preocupes por su riego. Pueden estar largos periodos de tiempo sin recibir agua, sobre todo cuando no estén en plena floración. Eso sí, necesitan un mínimo de cuatro horas de sol al día.

  • Geranio
Primer plano de las flores de un geranio
Su gran popularidad se debe a que esta planta de luz solar es tan resistente que puede florecer hasta en las condiciones más extremas, aunque en invierno hay que protegerla del intenso frío. Para ello, coloca camas de paja sobre el sustrato y deja de regarla, hasta la primavera siguiente.

Existen muchísimas variedades, pero las más populares son el geranio común, la gitanilla (porte colgante), el pelargonio de pensamiento (el mejor para cultivar en interior) y los geranios con hojas aromáticas.

Necesita mucha luz y algunas horas de sol directo para mejorar su floración. De no ser así, podría reducir la cantidad de flores. En cuanto al riego, en primavera y verano debe ser frecuente (al menos dos veces por semana), mientras que en otoño basta con un riego semanal.

  • Gazania
Flor de la Gazania de color naranja
Conocida también como flor del tesoro, esta bella planta oriunda de Sudáfrica es capaz de soportar las condiciones más inhóspitas: sol fuerte, calor extremo, suelos pedregosos e, incluso, la salinidad del aire, por lo que se suelen usar para decorar jardines de viviendas situadas en primera línea de playa.

La gazania no requiere de muchos cuidados, tan solo el riego, que debe ser regular en verano, pero sin encharcar. Además, si quieres que aumente la floración, ve quitando las flores marchitas. La puedes sembrar todo el año y trasplantarla al jardín o a una maceta cuando no haya heladas.

  • Margarita cimarrona
Flores de margaritas
La margarita cimarrona o erigeron pertenece a la familia asteraceae y, por tanto,  es prima hermana de la gazania. Es trepadora y tapizante, por lo que se suele usar para realizar rocallas y arriates o para cubrir grandes extensiones del jardín. Es muy rústica y crece con profusión, por lo que hay que tenerla controlada para que no invada otras zonas.

Necesita de mucho sol y riego cada quince días. El suelo, preferiblemente suelto, bien drenado, pero también crece en los más pobres y calcáreos, como los que están junto a las zonas pavimentadas.

  • Buganvilla
Flores de buganvilla sobre un muro blanco
Esta majestuosa planta trepadora florece de forma más abundante cuando disfruta de mayor cantidad de sol directo. Aunque, esos colores que vemos sobresalir sobre sus hojas en realidad no son la flor, sino las brácteas que protegen la auténtica floración (de pequeño tamaño y color blanco).

En invierno lo ideal es que la buganvilla se riegue con agua de lluvia o, en interior, que la dejemos en reposo. Durante el verano bastará con un riego semanal si está directamente en suelo, o un par de riegos semanales si está plantada en una maceta.

Además de estas, existen muchas plantas de luz solarque nos darán lo mejor de sí mismas si las exponemos al sol directo según sus necesidades, como el jacinto, la amarilis, la caléndula, el lirio, la azucena rosa, la poinsettia, el hibisco, el poto, y un largo etcétera.